miércoles, 25 de junio de 2014

Comprensión de Texto crítico

COMPRESIÓN DE TEXTO CRÍTICO

Texto: Muerte en la carretera

La principal causa de muerte de jóvenes de entre 15 y 19 años no es el SIDA, ni el cáncer, ni cualquier otra enfermedad, sino los accidentes de tránsito. Esa es la conclusión de un informe de la Organización Mundial de la Salud publicado en la Semana Mundial sobre la Seguridad Vial. "Los accidentes de tránsito matan en el mundo a 1,2 millones de personas cada año, y 400 mil son jóvenes menores de 25 años" dijo a BBC Mundo el doctor Etienne Krug, Director del Departamento de Prevención de Heridas y Violencia de la OMS. "Cada día mueren prematuramente en accidentes viales unos 1000 jóvenes alrededor del mundo", señala el doctor Krug. "Es como decir que dos o tres escuelas llenas de niños desaparecen cada día, lo que es un problema muy grave", afirma. Hombres y peatones. El informe encontró que la mayoría de las víctimas son hombres jóvenes y niños, que tienen tres veces más probabilidades de morir en estos accidentes que las mujeres o niñas de esa edad. "Hasta ahora no ha habido excepciones en los horrores de los accidentes viales en el mundo", dice el informe titulado "Los Jóvenes y la Seguridad Vial".
"Las tasas más altas -90%- de las muertes ocurren en los países más pobres, principalmente en Africa y Medio Oriente, y después América Latina y Asia", señala Etienne Krug. Entre los jóvenes que manejan el riesgo de accidentes se debe a beber alcohol, manejar demasiado rápido o inexperiencia de condiciones complejas de tránsito. O incluso, se exponen deliberadamente a riesgos al conducir porque se ven sometidos a la presión de los amigos. Costo. Además de las pérdidas humanas, el costo económico de los accidentes viales es enorme. Se calcula que en países de bajos y medianos ingresos se pierden entre US$65.000 millones y US$100.000 millones cada año. "Creemos que los países en vías de desarrollo pierden cada año en accidentes viales la misma cantidad de dinero que la que reciben en ayuda para el desarrollo", dice Etienne Krug. Pero los países de altos ingresos tampoco están exentos de la enorme carga económica de los accidentes viales.
Prevención. Según la OMS hay cinco medidas que si son implementadas a nivel mundial, podemos salvar cientos de miles de vidas cada año. Estas son: el uso de cinturones de seguridad, uso de cascos de ciclistas y motociclistas, control de la velocidad y del consumo de alcohol y visibilidad de los peatones. También es necesario un mayor fortalecimiento de las leyes contra los conductores que beben alcohol. Pero quizás lo más importante, afirma la OMS, son las campañas de educación para cambiar las actitudes de los usuarios jóvenes de carreteras y caminos.








a. Comentario crítico.

El texto desarrolla varias ideas interesantes:
La primera, y de la que derivan las demás, tiene relación con el concepto de nihilismo que el autor aplica a la sociedad global. El nihilismo es una doctrina filosófica que niega cualquier tipo de valores, ya sean ideológicos, morales o religiosos. Esta situación tiene que ver, según el autor, con un cambio social que ha reconvertido el concepto de viaje como ‘traslado tranquilo de un lugar a otro’ por el de una ‘apurada llegada a la meta’. En el origen de dicho cambio se hallaría la publicidad como inductora al consumismo. Así, por ejemplo, la mayoría de los anuncios de automóviles proyecta la idea de que tanto mejor será el coche cuanta mayor sea su potencia, y más rápido sea el conductor. A ello se une otra cuestión fundamental: la “pasión” injustificada por el riesgo, que provoca acciones como saltar desde un puente o conducir temerariamente una moto. Esta actitud está presente también en otros productos dirigidos a jóvenes, como videoclips o videojuegos; en ambos casos es posible hallar numerosos ejemplos de comportamientos violentos e inconscientes. La prudencia, la disciplina, el aprecio por las cosas bien hechas o el simple gusto por la contemplación no parece ser valores cultivados y, en consecuencia, no son asumidos por una amplia franja de la sociedad, la joven, que se deja la vida todos los años en la carretera. Las campañas publicitarias de la Dirección General de Tráfico han enfocado la cuestión desde todos los puntos de vista, haciéndonos ver que el problema no es solo de quien sufre el accidente, sino de los que le rodean.


b. ¿Cómo podrían evitarse estas muertes? No sólo con la mejora de las carreteras o la revisión de los coches sino sobre todo con esa forma de autoestima y de amor a los otros que, en los conductores, se llama prudencia.


c. ¿De qué es víctima quien muere en la carretera? ¿Del placer de la velocidad? ¿De la sensación de poder que da conducir una máquina poderosa y bella? ¿Del mal estado o trazado de las carreteras, o de fallos mecánicos? Sobre el azar poco hay que decir. Sólo que la carretera le da más posibilidades de jugar con nosotros de las que ha tenido nunca: dos máquinas buscando una circunstancia en la que su encuentro sea mortal para quienes van en ellas. Algo fatídico, en lo que cuentan décimas de segundo.


d. ¿Cuántas soledades no empezarán estos días? ¿Cuántas miradas de amor no tendrán como objeto más que las fotografías? Los accidentes en carreteras no tienen victimas específicas, en fracciones de segundos las personas pueden ver pasar momentos de su vida. Es así como muchos de nuestros familiares más queridos solo quedaran como recuerdos en nuestros corazones y en fotos familiares que representan el amor que tanto les teníamos.

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